Human Unity Movement, HUM

  

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Desde este sitio promovemos la PAZ  

esto es: LA SIMPLE CONVIVENCIA O UNION HUMANA

(en lugar de la división en estados o unidades armadas) 

 

No se trata de una ideología o propuesta de organización social, pues la paz no es cuestión de voluntad sino de circunstancias:

Si nos unimos, si convivimos ¿cómo podría haber ejércitos? (A lo sumo podría haber policia...-que tampoco). Ni siquiera un ejército, pues no tiene sentido sin oponentes. Ni siquiera una simple arma, pues, por simple sentido común, no consentiremos los objetos para matar.

Unirnos no es otra cosa que desmantelar las fronteras y los ejércitos.

 

 

Si convivimos todos los humanos distinguiremos lo malo -el daño y lo que es para el daño- de lo bueno -el servicio y la cooperación- con la misma claridad con la que distinguimos lo blanco de lo negro o lo amargo de lo dulce

Y todos actuaremos con ese sentido común y promoveremos hacerlo en los demás alabando y recompensando lo bueno unanimemente.

Actualmente, sin embargo, el emprendimiento para el daño y el daño a los otros, es lo prioritario y el en mundo rige el si vis pacis parabellum - si quieres la paz prepara la guerra, es decir, armate ad infinitum 

Y esa misma condicion de división nos aboca a explotarnos unos a otros organizados en sistemas jerárquicos o piramidales, necesarios para poder afrontar a los otros que también se organizan de ese modo. En el ámbito civil nos vemos abocados a intentar acumular 'propiedad privada' igualmente ad infinitum.

De modo que unirnos no solo es desmantelar fronteras y ejércitos, es también eiminar la privación, el efecto virtual del arma. Actualmente, poseer algo -la llamada propiedad privada- es, más que poseer, privar de la cosa en cuestión al resto del mundo, pero esa posesión no es sino cesión de soberanía del arma, el objeto necesariamente privado, por lo que eliminar el arma es generar, construir la comunidad humana.

 

 

Aunque solo tenemos en cuenta la acción sangrienta o destructiva del arma, el arma está actuando siempre; cuando la guerra acaba es el arma igualmente la que dispone sobre el vencido o desarmado y por eso las guerras son tan crueles, pues los contendientes saben lo que implica su final. Cuando alguien nos apunta -como también si nos priva de comida- nos esta forzando igualmente, aunque 'la sangre no corra'. Así el ser humano se encontró en la naturaleza y lo anticipó y reaccionó a las armas, dándoles prioridad sobre todo lo demás, por eso la guerra ha sido el estado, circunstancia o condición humana. "Que es lo mesmo las armas que la guerra", dice Cervantes en el Discurso de las Armas y las Letras del Quijote. Obviamente, lo mejor es la cooperación de todos por el beneficio común, pero esa existencia y anticipación del arma, incluso no plenamente consciente, nos lo impide.

 

Históricamente la humana unidad y su consecuencia: la humanidad como comportamiento, -aparte de por la acción del estado para impedirla- era pensable con dificultad, dado lo incógnito del mundo y de los otros, pero hoy día todo está descubierto y todos están a nuestro alcance como para poder plantearselo.

 

La realización de la unión humana o desarme no es peligrosa o arriesgada, pues solo puede llevarse a cabo en conjunto o en acuerdo de todos los seres humanos. En contra de lo que en ocasiones se propone  -lógicamente al otro- si el desarme se realizara unilateralmente no tendría efecto, pues solo resultaría en lo mismo que la derrota; en el servicio o integración del que se desarma en la otra arma, que lo absorvería.  

 

 

Aparte de las armas, todo esta hecho para servirnos y el empleo o uso de los objetos, de las cosas o del trabajo del ser humano implica ya una racionalidad o entendimiento objetivo para todos los seres humanos, de modo que con ese entendimiento todos sabemos también con claridad cómo y por quien deben ser usados o consumidos. No tenemos otra contradicción entre nosotros que el arma.

 

Con detener la producción y desarrollo de armamento se liberarán gran cantidad de recursos capaces de satisfacer más necesidades o deseos humanos. Pero, sobre todo, está claro que la miseria no es una cuestión de carencia -tenemos recursos de sobra- sino el efecto de las armas; la privación.

 

Los que promovemos la unión humana, podemos incluso detener la violencia en curso pronto, pues somos parte (pacífica) de ambos bandos, mientras que actualmente práctica y objetivamente cada uno percibe y actúa en un conflicto según al arma o estado a la que pertenece.

 

Pero ¿cómo comenzar el proceso de humana unidad? Obviamente difundiendo la propuesta.

 

Despues, el primer, simple y pequeño, pero definitivo paso es el cese de la inversión en el desarrollo de nuevas armas, que se destinará a fines humanitarios...., los ejércitos se irán desmantelando -reciproca y proporcionalmente- pero inicialmente y entre tanto sus recursos pueden ayudar en el desarrollo de zonas deprimidas y en acciones humanitarias semejantes.

 

Ciertamente, lo que necesita un esfuerzo unilateral es, lógicamente, lo primero: comunicar, difundir la propuesta de convivencia humana a los que no la conocen, si tu lo entiendes otros también lo entenderán...

 

 

Me permito contarte aquí mi historia, pues esta es una iniciativa por la que asumo responsabilidad personal, pero no tengo mérito, simplemente viví unas circunstancias excepcionales, mira:

 

Aunque la humanidad siempre ha sufrido la guerra, durante mi juventud -que coincidió con la mayor intensidad de la Guerra Fría- como insaciable lector de periódicos que era me impresionaba y preocupaba más que nada la posibilidad de la auto-aniquilación humana, por lo que me pareció más urgente e importante que cualquier otra cosa buscar una solución.

Cursé filosofía y ya en el doctorado me trasladé a Berlín, dividido entones por el muro, donde mi interés por la paz aún se incrementó en el epicentro de esa guerra, entonces contactaron conmigo los soviéticos dispuestos a ayudarme, lo que se me hizo claro y presente el problema fundamental que padece el mundo: nuestra relación de fuerza implica que si eres pacífico, simplemente humano, o sincero con la verdad de la igualdad humana, perjudicas a tu lado, beneficias al contrario, independientemente del lado en el que estés. ¡Parece pues que no se puede hacer nada! 

 

No cesé, sin embargo, en la búsqueda de solución para la terrible condición humana, viajé y estudié las principales lenguas y culturas y en todas ellas hallé inteligencia de esta tragedia y ahora tengo entendimiento de que la vía para superar esa incomunicación y ese enfrentamiento es la propuesta de unión, de convivencia humana.

 

 

En la antigua china, en el siglo V antes de nuestra Era, ya lo anticiparon los pensadores chinos, simplemente era prematuro para llevarlo a cabo, pues desconocían los límites del mundo y los que lo poblaban... 

 

El asesinato de una persona es calificado de criminal y esto puede implicar para el asesino incluso la pena de muerte. Siguiendo este argumento, el asesino de diez personas será diez veces criminal y debe ser condenado a diez penas de muerte y el asesino de cien personas será cien veces criminal y deberá ser condenado a cien penas de muerte. Todos los señores del mundo y los oficiales saben que deben condenar esas cosas calificándolas de injustas, pero cuando se trata de la gran injusticia de atacar estados no saben que deben condenarlo. Por el contrario, lo aplauden y lo califican de justo. Son realmente ignorantes de lo que es ser injusto, pues registran esos juicios para legárselos a la posteridad. Si hubieran sabido que eran injustos ¿por qué iban a registrar sus falsos juicios para legárselos a la posteridad? Ahora, si hay una persona que tras ver un poco de negro dice que es negro, pero si ve una gran negrura dice que es blanco, tenemos que pensar que no sabe la diferencia entre negro y blanco. Y, si probando algo un poco amargo uno dice que es amargo, pero tras probar algo muy amargo dice que es dulce, tenemos que pensar que no sabe la diferencia entre dulce y amargo. Ahora, cuando se comete algo un poco injusto la gente sabe que debe condenarlo, pero cuando se comete una gran injusticia como atacar a otro estado la gente no sabe que deben condenarlo y, por el contrario, lo aplauden y lo califican de justo. ¿Puede decirse que conocen la diferencia entre lo justo y lo injusto? Por lo tanto, sabemos que los señores del mundo están confundidos respecto a la diferencia entre lo justo y lo injusto. (Libro IV. Contra la Guerra Ofensiva I, 2)

 

La doctrina de Mozi es conocida como "La política del Amor Universal", pero el amor no es un acto de voluntad como en el idealista Occidente sino el resultado de la circunstancia de universalidad o convivencia de todos, de la unidad humana, por eso Mozi repite siempre: 兼以易別 -"la universalidad debe sustituir a la parcialidad" y repetidamente explica claramente como la causa del mal es la parcialidad o división en estados o unidades armadas y la causa del bien es la universalidad.

 

Ciertamente, como ya señala Mozi también, entre tanto en el mundo reina la confusión de las ideologías y las figuraciones de nuestras culturas, producto de nuestra circunstancia de guerra, culturas que también tenemos que superar, culturas que ensalzan el sacrificio, a los grandes matadores o héroes, etc, quienes contribuyeron a la independencia de sus estados o unidades armadas. 

 

 

 

 

 

 

 

¿CÓMO VAMOS A HACER ESTA PROPUESTA PÚBLICA, CAMBIAR EL MUNDO?

 

La pregunta surge porque el estado no puede ser nuestro punto de partida, al contrario, el estado nos necesita partidarios -militantes- en lugar de universales, humanos.

Sin embargo, como usuarios y consumidores tenemos libertad inmediata y real de decisión y elección de las empresas con las que queremos tratar y, por tanto, podemos requerir su responsabilidad. 

Las empresas intentan ofrecer el mejor trato que pueden para captar clientes, por eso les proponemos que asuman responsabilidad publicamente y serán más competitivas.

 

 

Pero la responsabilidad actual de las empresas, la llamada Responsabilidad Social Corporativa, RSC, obvia el sentido común, refiere a las buenas o malas práctica en sus operaciones con independencia de cual sea el objeto de su emprendimiento, pero humanamente las empresas son básicamente buenas si su objeto es el servicio y son malas si su objeto es el daño.

 

                    Fábrica de coches                                          Fábrica de tanques

 

Y ciertamente casi todas las empresas son para el servicio, por lo que su responsabilidad reside en el término humano de esta, que no implica necesariamente que ejecuten de inmediato algún cambio en sus prácticas, pues lo mismo que cesar en la violencia unilateralmente lleva a la derrota, podría ser que la adopción unilateral de una actitud humana, les llevara al fracaso y a la irrelevancia frente a sus competidores.   

 

Sin embargo, las empresas pueden manifestar su reconocimiento a la humanidad como la fuente última de su derecho y su consecuente propósito de servirla en el mejor modo y eso es ahora apoyar la humana unidad, lo que es participar en la publicidad de la propuesta, aquella que requiere acción unilateral y no acarrea detrimento de su operativa sino más bien recompensa, pues los que apoyamos la unión humana priorizamos nuestro trato, compra o uso de sus servicios, con estas empresas e, igualmente, en la medida de lo posible rehusamos el trato con las empresas que no reconozcan a la humanidad.

 

En efecto, las compañías que, ya conocedoras de esta alternativa, no asumen responsabilidad humana están así dando objetivamente apoyo al emprendimiento para el daño, mientras que las empresas que manifiestan responsabilidad humana contribuyendo a la difusión de la propuesta de humanidad apoyando a HUM demuestran su disposición a integrarse en la comunidad humana, esto es a servir a la humanidad en ausencia de violencia y comienzan así a adaptarse a esa condición, por tanto esa disposición se comunica ya a sus stakeholders y, por tanto, pasan a ser suceptibles de responder por ella.

 

HUM hará pública, transparente siempre su relación con las empresas.

 

Algo semejante sucede con las personas: el hecho de proponernos la unión humana es la disposición correcta para eliminar la violencia y genera resultados inmediatos en todos los ámbitos.

 

 

Es, pues, tu decisión, ahora y aquí de EMPRENDER EL BIEN COMÚN cooperando con HUM en su trabajo de difusión de la propuesta de unión humana.

Espero que puedas entenderlo claramente y actuar en consecuencia.

 

Siempre a tu disposición: manuel@whiteflag.info

 

¡Gracias!